Sobre los valores: La estimativa

«La cultura, de alguna manera, se configura desde aquellos valores a los que concedemos prioridad. Los valores son muy difíciles de captar, son cualidades positivas de las cosas que, para ser captadas, necesita de un sujeto que los capte: son siempre relacionales. No los creamos nosotros partiendo de cero, sino que están en las personas, en las instituciones, en las cosas, y son cualidades reales, pero no físicas. No decidimos que nos gusta la justicia y por eso es un valor, sino que la justicia es una cualidad que existe como valor, y cuando estamos preparados para captarlo, captamos el valor de la justicia. Son cualidades reales de la personas, porque componen las cosas, forman parte de ellas pero no son cualidades físicas, como puede ser la longitud o el color.

Entre los autores que más han trabajado el tema de los valores se encuentran Max Scheler y Ortega y Gasset, entre otros (Scheler, 2001; Ortega, 1973). Para estos autores, los valores son captados por una capacidad nuestra que es la estimativa. Es fundamental darse cuenta de que, de la misma manera que tenemos unos sentidos para captar el color, el olor, etc. tenemos una capacidad, que es la estimativa, que nos lleva a estimar los valores y a captarlos. Esta capacidad no se identifica, en principio, con las facultades del conocer intelectualmente, porque el valor tiene otra categoría. “Estimar” quiere decir saber captar valores positivos y saber priorizarlos de tal manera que en la jerarquía situemos en el nivel más alto los valores que realmente son más elevados. Saber estimarlos correctamente quiere decir saber colocarlos en la jerarquía, en el nivel que realmente están los más altos y bajos.

Los valores son relacionales, y no relativos. “Relacionales” quiere decir que se necesita la existencia de un valor y se necesita un sujeto capaz de estimar el valor y, por mucho que exista un valor, si no hay un sujeto con la estimativa suficientemente desarrollada como para captarlo, es como si el valor no existiera. Con lo cual, los valores no son “relativos”, sino “relacionales”: muy bien puede haber valores universales, pero se necesitan personas capaces de captar el valor. Cuando alguien tiene la estimativa atrofiada, es incapaz de degustar los valores, y al igual que una persona puede ser incapaz de degustar un buen vino, pero la enología es un tipo de saber que se desarrolla y que requiere un cierto aprendizaje, también la estimativa requiere un cierto aprendizaje y un proceso de degustación (Cortina, 2007, cap. 6).

En definitiva, una cultura se caracteriza por su estimativa, es decir, por su forma de priorizar valores, de poner unos en primer término y otros, en último lugar. «

Extracto del artículo de Adela Cortina «Jovenes, valores y sociedad siglo XXI«, en la Revista trimestral de la asociación Proyecto Hombre (Septiembre 2007) (enlace)

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