Los miembros de AISG Málaga: Sara, Luis, Cristina, José Ramón, Jose, Kiki y Emilio fuimos los pasados días 29 y 30 de noviembre a ValleScout, en el Valle de Lecrín, un lugar precioso al pie de Sierra Nevada, convocados por AISG España con el objetivo de ponerle letra (en español) al himno internacional de AISG y grabarlo. Echamos mucho de menos a nuestros hermanos Consuelo y Manolo «el del kudu», pero por problemas personales no pudo asistir al encuentro.
Fuimos llegando el sábado por la mañana unas treinta personas de Granada, Córdoba, Málaga y hasta de Orduña.
Después de instalarnos en las cabañas de ValleScout nos pusimos a izar las banderas. Y manos a la obra porque no había mucho tiempo, así que cogimos las guitarras y empezamos a ensayar. La verdad es que desde el principio aquello empezó a sonar muy bien y del resultado final… no decimos nada. Esperamos que sea de vuestro agrado.
Después de grabar la canción, con prisa porque amenazaba lluvia, empezamos a preparar la grabación de un vídeo para promocinar las instalaciones de ValleScout. Nos fuimos repartiendo ordenadamente, cada uno en su grupo, para ir presentándole a la cámara los distintos lugares: piscina, aseos, cabañas… Pasamos un rato fenomenal y nos reímos muchísimo corriendo de un lado a otro. Con el fresco que hacía, en la piscina dos voluntarias haciendo como que se daban una ducha para enseñarlas; en la cabaña, un grupo con una guerrita de almohadas; KiKi con un hacha, haciendo que cortaba leña; otros subidos a una torreta de madera…Tuvimos que repetir tres veces la grabación así que más de uno acabó sudando y con la lengua fuera. Entre el cansancio y lo tarde que era teníamos un hambre (aunque habíamos tomado un buen piscolabis) que no hay que decir cómo le atacamos a la comida.
La tarde fue el rato tranquilo del encuentro: charla, canto y al final, la proyección de la película Moonrise Kingdom, mientras se cocinaban las papas arrugás con mojo picón y el pollo al ajillo. De postre una degustación de rosquillas, a cual más buena de Maria Jose Ríos y Alfonso Ruano. A continuación de la cena, más charla, más canto y a la cama a dormir , salvo Pato y Cometa que decidieron pasar la noche en tienda de campaña. Con la pertinaz lluvia (según ellos, resonaba en el techo como un tambor) no pudieron conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada en que cesó. Los demás ni nos enteramos.
El domingo,que amaneció un poco más abierto y con sus ratos de sol y todo se emprendió la subida a la ermita del Cristo del Zapato, llamada así por aquello de que está donde Cristo perdió el idem. El recorrido no era muy largo, unos 4 kilómetros, pero en el último se asciende a la cumbre con una pendiente media del 34%. A Gata Sonriente le costó subir, pero le echó lo que hay que echarle. Desde arriba se disfruta de una vista espléndida del pico del Caballo y de la Sierra de la Contraviesa y Los Guájares. Es altamente recomendable para todo el que visite el valle: merece la pena el esfuerzo.
A la vuelta, después de recoger el campamento, nos fuimos a Restábal, el pueblo donde se ubica ValleScout, a terminar con una sabrosa comida, que además resultó económica. Tras cantar la canción de despedida, cogimos los coches y como suele decirse, cada mochulo a su olivo.
Gracias a todos los que han colaborado y hecho posible el éxito del encuentro.
Buena caza y largas lunas.